Los importantes restos arqueológicos descubiertos a lo largo de los últimos meses en la plaza de Valentín García Escudero se conservarán bajo cubierto. Es la única conclusión que, por el momento, se puede sacar del viaje que la teniente de alcalde, Teresa Casal, realizó la pasada semana a Zaragoza y a Barcelona acompañada por el arquitecto municipal, Ángel Velando, y el arqueólogo del Concello, Xoán Carlos Castro. Los tres visitaron varias instalaciones de características similares al proyecto que se quiere acometer en Pontevedra, y ahora trabajan para plasmar en el pliego de condiciones que se redactará para convocar un concurso de ideas las cosas buenas que han visto y evitar caer en los mismos errores que se cometió en su día en otros lugares.
Ayer, los tres comparecieron para dar cuenta de su viaje pero ofrecieron pocos detalles sobre cómo será la futura plaza de Valentín García Escudero. Teresa Casal apenas adelantó que se han acabado de convencer definitivamente de los restos han de exponerse bajo cubierto y que a la hora de definir el futuro de la excavación se tratará de aunar cuatro aspectos: intereses arqueológicos y arquitectónicos, la utilización de los hallazgos como polo de atracción turística y la inevitable interacción educativa que ha de tener cualquier actuación que se acometa en la zona.
La comparecencia de Casal, Velando y Castro se ciñó a explicar lo que vieron en el teatro romano de Zaragoza, en la plaza de la Seo de la misma ciudad o en la plaza del Rey de Barcelona. Por ejemplo, en Zaragoza, apuntó la teniente de alcalde, le impresionó «non soamente como están conservados os restos, senón como se conta a historia». Y en Barcelona, se maravilló con la integración que se ha hecho en diversos puntos de la muralla con edificaciones modernas.
Protección
Puestos de acuerdo en que los restos pontevedrés se conservarán a cubierto, queda por definir cómo será la instalación que los proteja. Es decir, cómo serán los mil metros de la plaza de Valentín García Escudero que alberga la excavación arqueológica. Aunque queda mucho por discutir, en la comparecencia de ayer salieron a relucir algunas discrepancias entre los técnicos y la política.
Así, Teresa Casal cree que lo ideal sería construir un edificio, presumiblemente sobre los restos. «Como moito, de baixo e unha planta», explicó, en el que se ubicarían exposiciones permanentes y temporales, y otras instalaciones. Velando, sin embargo, apuntó su desacuerdo con levantar un edificio en dicha plaza, por el impacto que supondría. El arquitecto recordó que en las dos instalaciones más similares a lo que hay en Pontevedra, «o teito das salas onde se exponen os restos é a cuberta da propia praza».
El arqueólogo Xoán Carlos Castro, por su parte, insistió en que los hallazgos de Valentín García Escudero merecen «unha actuación ambiciosa», pero evitó entrar en detalles sobre qué conviene más.
Tampoco hay acuerdo sobre los plazos. Velando apuesta por hacer las cosas con calma y ve «imposible» que puedan iniciarse las obras a lo largo del 2008, pues hay que definir qué se quiere, convocar un concurso de ideas, resolverlo y contratar los trabajos. Casal, demostrando que el tiempo de los políticos no siempre coincide con el de los técnicos, cree que hay que trabajar «sen prisas pero sen pausa; rápido pero sen precipitarse».